Tras 2 años de periplos traileros volvemos a participar en la maratón andorrana con objetivos más ambiciosos que el mero hecho de terminar la carrera. Reconozco que en aquella época no estaba preparado para semejante hazaña, de hecho, aunque cumplimos el objetivo de terminarla el sufrimiento a partir del km 25 fue considerable. Este año las cosas pintaban de otra manera y el planteamiento inicial era bajar el tiempo de 10 a 8 horas. Sobre el papel me salían las cuentas, pero no sé por qué, suele ser difícil cumplir el objetivo, supongo que me baso en que en carrera todo saldrá a pedir de boca y, seamos sinceros, siempre hay imprevistos que, de una u otra manera, nos hacen perder más tiempo del deseado. Veremos más adelante el desenlace, primero vamos a ver la organización del viaje y todo lo que se mueve alrededor de la carrera.

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