Todo empezó como un proyecto personal de superación; hacer mi primer Maratón en un lugar especial, ahí intervino Fran Llanos, amigo y compañero de carreras que me animó a correr la Sahara Maratón 2018, una carrera que se realiza desde hace 42 años en el desierto de Argelia, alrededor de los campamentos de refugiados saharauis, para dar visibilidad y conciencia de la situación social de 140.000 personas que están en ese lugar en medio de la nada.

Después de meditarlo me animé a la aventura, me inscribí en la carrera y pagué el viaje/estancia, ya que la carrera era solo el lunes 26 de febrero, el resto de los días excepto el briefing del día anterior se dedicaban a actividades culturales/sociales, en total una semana.

En el viaje nos acompañaba Sonia Moreno( pareja de Fran) y Dani (Compañero de trabajo de Fran), Fran y Sonia era la quinta vez que hacían el viaje, ellos a través del Sahara Maratón envían productos farmacéuticos a hospitales y familias, es su proyecto de solidaridad, es una iniciativa de la propia carrera,  fuimos en la furgoneta Fran desde Bilbao a Madrid con todos los medicamentos y el equipaje, era un vuelo directo desde Madrid a Tindouf ( aeropuerto militar Argel) en el avión nos juntamos con el resto de la expedición, los trámites de facturación y entrega de equipajes tanto en el aeropuerto de salida como en el  de llegada fue bastante lento así que cuando nos metieron en los autobuses dirección los campamentos era de madrugada, cada poco había controles de seguridad y paraban los autobuses, con lo cual llegamos muy tarde al poblado (Smara), allí nos esperaban las familias de acogida, la nuestra una vez tuvimos el equipaje nos llevó a su casa/jaima y al poco nos fuimos a dormir.

El pueblo saharaui es musulmán, lo que hizo que todas las mañanas nos despertara a las 6,45 la llamada a rezar. Por la mañana tocaban las presentaciones y acostumbrarnos al lugar, la familia fue muy agradable en todo momento, Fran y Sonia ya nos había hablado de su estilo de vida, además los niños y los jóvenes hablan castellano ya que lo estudian en la escuela o han vivido en España, lo cual hacía más fácil todo. Las casas son de tres tipos: tela, adobe o de ladrillo, poco a poco va ganando el ladrillo, desde hace un año hay electricidad en los poblados, lo cual ha hecho que mejoren las condiciones de vida y poco a poco va habiendo mejoras en todas las casas, frigoríficos, luz, tv, etc. Sigue siendo un pueblo muy pobre, sobreviven por las ayudas humanitarias internacionales, no hay trabajo, apenas ganado y empieza a ver algo de comercio textil/alimenticio.

Volviendo al viaje, todos los días hizo viento, por la noche hacia 8-9 grados y por el día hacia 22 como máximo, la previsión para la carrera era de mucho viento (tormenta de arena) y hasta el briefing no se tomó la decisión de aplazar la carrera o no, la organización siguió con el plan, en el evento conocí  a Begoña Beguiristain (periodista y tercer lugar maratón 2017) y Jon Salvador (ganador de la maratón varias veces), nos invitaron a cenar a su Jaima y así charlar sobre la carrera, Begoña corría los 10kms ya que acababa de salir de un pulmonía, Jon se acababa de recuperar de una lesión de rodilla muy importante aun así disputaba la maratón. He de darle las gracias a los dos por sus consejos y su amistad, ha sido un placer compartir muchos buenos ratos juntos.

Llega el día de la carrera Fran y yo corremos la Maratón, Sonia y Dani se levantan más tarde ya que corren la media, nos levantamos a las 6.30 de la mañana, me puse la camiseta del Trail Team y toda la equipación, luego nos acercaron al lugar donde daban el desayuno de carrera, enfrente de allí estaban montando la llegada, en el desayuno compartimos nervios y opiniones con Jon Salvador, también con Marcos Echegaray un portorriqueño maratoniano trotamundos del cual nos hemos hecho amigos, también era su primera vez en el Sahara, después del desayuno nos subimos a los autobuses camino a la salida en el  Aiunm, hacia frio y estaba amaneciendo, yo en el viaje me quedo destemplado, Jon me cuenta sus experiencias en la carrera y cómo va a ser el recorrido, tengo ganas de llegar! los nervios empiezan a aparecer…

Una vez llegamos a la salida, al bajar de los autobuses nos situamos, vamos al baño y dejamos la ropa en la bolsa del corredor, hay mucha gente animando o apoyando a los corredores, también está un speaker con la ceremonia de salida y medios de comunicación, hace mucho viento, la pancarta de salida se cae un par de veces, lo bueno es que el viento es a favor. Nos hacemos fotos, calentamos un poco, nos deseamos suerte y cada uno se posiciona entre la gente, Jon y Fran se ponen adelante, yo me retraso y a Marcos le pierdo de vista.

Empieza la carrera salgo a un ritmo alegre, pero sin forzar, Jon va el segundo y Fran un poco más atrás, es la última vez que les vería. je, busco un grupo que se adecue a mi ritmo en los primeros kms, es terreno rápido pista de polvo y tierra fina dura, veo a Marcos con un grupo detrás mío y me uno a ellos, charlamos tranquilamente manteniendo el ritmo, pasamos el primer avituallamiento (hay cada 3Kkms), yo llevo el chaleco de Kalenji con los biberones llenos de agua, ralentizó el ritmo para esperarlos pero no paro, llega el km7, las sensaciones son muy buenas y me tomo el primer gel, nada más acabarlo mis tripas se revuelven, como una molestia, no hago caso y sigo hidratándome, van pasando los kms, el terreno cambia hay bastantes arenales, pequeñas rampas y falsos llanos, todo el mundo busca las rodadas de los coches pero aun así cuesta mantener el ritmo a veces, empiezan los retortijones, son esporádicos, estoy en el km 14, ya he parado en algún avituallamiento y he bajado algo mi ritmo, el grupo se separa y cada uno busca su ritmo, tomó el siguiente gel pero solo la mitad, con mucha agua, da igual los pinchazos en la tripa son cortos pero muy intensos, no quiero bajar más el ritmo.

En el km18 me junto con dos corredores franceses, el viento ha cambiado de dirección y empieza a ser de frente, hago pareja con uno de los dos y el otro se queda atrás en un avituallamiento, llegamos a la media maratón que pasa por el medio de Auserd, allí estaba la gente animando con banderas y gritos, mi compañero se queda en el avituallamiento de la pancarta de la media y yo sigo, no puedo parar, mis piernas están muy bien, pero mis tripas no aguantan, a la salida de Auserd tengo que parar o me lo hago encima. Una vez continuó parece que estoy mejor pero es al revés, a partir del km 22 al 32 está la parte más difícil, un continuo sube y baja de dunas no muy altas con arena muy suelta/blanda, además el viento sopla más fuerte y es de cara casi siempre, mi cuerpo va apagándose poco a poco, los retortijones me hacen pararme y ya voy casi siempre andando, las piernas no van y ya solo quiero llegar, km 28, me paro en el avituallamiento y me siento, no sé si retirarme, me levanto y sigo hasta el siguiente, en la penúltima duna casi arriba me doy cuenta que casi no puedo andar, pierdo el paso y estoy a punto de caerme, es el km 30’5, se acabó.

Me siento en la cima de la duna y pido ayuda al corredor que viene detrás para que llame a un coche de la organización, me llevan a la enfermería de la carrera y allí me tumban en la camilla dándome  suero vía intravenosa para recuperarme ( en el viaje en todo terreno había vomitado varias veces), después de un rato una de las doctoras fue a buscar a Fran, Sonia y Dani que me estaban esperando en la meta.

Quiero felicitar a Fran Llanos por 5ª posición en la Maratón y a Sonia Moreno por su 5ª posición de la Media Maratón, a Jon Salvador por su estupenda 2ª posición en la Maratón, a Begoña Beguiristain por su 4ª puesto en los 10km y a Dani por terminar la Medio Maratón sin apenas preparación.

Quiero que dar las gracias a las enfermeras y la doctoras que me atendieron; Clara, Verónica, María, etc., por el buen trato y su profesionalidad, a parte de las risas jajá.

También quiero agradecer Brahim Cheij (Máximo responsable saharaui de la organización) por sus palabras y por venir a visitar a todos los que estábamos en la enfermería, así como darnos las medallas, un gran gesto por su parte.

Por supuesto agradezco a tod@s aquellos que me han preguntado o interesado por mí, a Marcos Echegaray, Jon Salvador y Begoña Beguiristain porque han sido un grato descubrimiento, igual que a tod@s que he conocido en este viaje.

También agradecer a Juantxo y Begoña por su hospitalidad en Madrid, cuidaron de la furgoneta de Fran y dormimos en su casa a la vuelta

A Fran Llanos, Sonia Moreno y Dani solo puedo llamarlos amigos, mi amistad y apoyo la tendrán siempre.

Voy a volver al Sahara Maratón, a pesar de la experiencia de la carrera, ha sido un viaje increíble, la gente, el clima, el poblado, el desierto, la convivencia con la familia de acogida que fue maravillosa, todavía paseo por la calle y mi cabeza me lleva al desierto.

Para que os hagáis una idea he hecho este pequeño vídeo como recuerdo.