Tal vez me haya extendido en la crónica de la carrera, pero creo que tenemos que encontrar «el punto» en las entradas de la web.

Llevaba tiempo entrenando sobre el terreno.  Es una carrera que recorre muchos de los caminos que habitualmente uso para entrenamientos, por lo que después de algunos reconocimientos de tramos que todavía no conocía de la carrera allí nos presentamos el sábado 8 de Abril para “darle duro” al Kolazinoko Mendi Eguna.

Después de salir hacia Bedia con Santi y un amigo en común (Rafa) nos juntamos con Sen, otro correcaminos del TTB que tenía ganas de ir cogiendo tono para la temporada.

Pintaba bien, 23km con un desnivel bastante elegante para estar cerca de la cuidad, sobre los 1500m positivos.

Sen, Rafa, Santi y Egoitz en KME
Habían anunciado calor, sobre los 26º, por lo que sabía que iba a sufrir con el calor y que el recargar el bidón en todos los “avis” iba a ser de obligado cumplimiento. También tenía en mente los temibles “calambres” que tantas carreras me acaban penalizando y no consigo cogerle el punto del todo.

El cartel era bastante elegante, con gente fuerte y alguna poco conocida, pero que sube de lo lindo. Salida explosiva y muy rápida que me llena de interrogantes sobre el ritmo de carrera que se va a desarrollar en la carrera. Intento coger un ritmo que no me castigue mucho hasta el km16, el Mandoia, el punto más alto de la carrera y subo la primera cima, Santiagozar, un poco más rápido de lo que quisiera, aunque con buenas sensaciones.  Sobre los km 6 al 16 me encuentro bien pero más cansado de lo esperado y con las piernas algo pesadas. Me quedo con una grupeta de unos 4-5 corredores en la que me siento cómodo y  pienso que tal vez pueda ir con ellos durante bastante tiempo.

Alguno adelanto y alguno se queda en la cima del Mandoia; miro el reloj y esperaba ir algo más rápido, pero no voy, el calor ya es acusado y pienso en lo que me queda, un recorrido en teoría menos exigente pero que me va a hacer sufrir de lo lindo hasta meta. En la bajada del Mandoia ya empiezo a sentir contracturas en las piernas que me obligan a bajar un poco el ritmo hasta el avituallamiento que había a escasos 1000 metros.

Intento beber bien y estirar. Salgo con algo de gas en el par de kms de bajada que había pero me dura hasta la siguiente subida dura. Me junto con alguno que anda parecido y cojo el ritmo de subida que me dejan los calambres. “Vamos a llegar tocados” pienso.

De todas maneras no me rindo y la siguiente subida la hago bastante bien, hasta que llega la bajada y ahí ya los calambres obligan a parar en algunos casos. Así llegamos hasta el último “avi” antes de la subida a Seata, ultima cima no tan alta como Mandoia pero que me hace sufrir mucho (más en la bajada) y en la que solo pienso en llegar, llegando incluso a tener que parar a estirar. Seguía el calvario de perdida de tiempo y ya son las 12 del mediodía con lo que el sol de justicia me sigue matando. Pienso en que Sen irá más fino y estará por llegar en un tiempo de 2:30 o así (error, también sufrió mucho por el calor).

Las pulsaciones bajan pero las piernas están bloqueadas, por lo que el modo “con filosofía” está en marcha desde hace kilómetros. Intentar mantener un ritmo honrado para no tener que parar por las contracturas. Así llegamos hasta el 23 más o menos, ultimo repecho que se me hace duro duro, y más la bajada.
Bedia, por fin llegamos al pueblo con malas sensaciones y mucho calor. Bastante deshidratado aun habiendo tomado sales y geles. ¿Ha podido fallar algo? ¿Será que mi cuerpo se bloquea tanto con el calor?

Finalmente el crono se me fue hasta las 3:26. Mucho más de lo que esperaba, pero bueno, carrera acabada y pensando en que algún año será una carrera que se adapte más a mí y tomando la carrera como un buen entre cara a la Camille.

De cabeza acabamos bastante tocados. Esperemos recuperar sensaciones en próximos días.