Tras 2 años de periplos traileros volvemos a participar en la maratón andorrana con objetivos más ambiciosos que el mero hecho de terminar la carrera. Reconozco que en aquella época no estaba preparado para semejante hazaña, de hecho, aunque cumplimos el objetivo de terminarla el sufrimiento a partir del km 25 fue considerable. Este año las cosas pintaban de otra manera y el planteamiento inicial era bajar el tiempo de 10 a 8 horas. Sobre el papel me salían las cuentas, pero no sé por qué, suele ser difícil cumplir el objetivo, supongo que me baso en que en carrera todo saldrá a pedir de boca y, seamos sinceros, siempre hay imprevistos que, de una u otra manera, nos hacen perder más tiempo del deseado. Veremos más adelante el desenlace, primero vamos a ver la organización del viaje y todo lo que se mueve alrededor de la carrera.

Tengo la suerte de tener familia en Andorra, de otra manera difícilmente hubiera venido a correr hasta aquí, y ya son muchos viajes a este pequeño y precioso país. Este hecho facilita mucho las cosas, viajar con la peque de 1 año resulta complicado y Sonia, mi mujer, lo tiene mucho más fácil para organizarse al contar con la ayuda de mi hermana, mi cuñado y mis sobris. Este año aún era más fácil dado que viajamos con otra pareja de amigos con otros 2 niños pequeños, así que perfecto para los dos que corremos, no nos íbamos a preocupar si los “enanos” daban guerra.

La carrera, Andorra Ultra Trail Vallnord, es un evento con unas cifras que asustan: son 6 carreras con más de 3 mil participantes corriendo por zonas de alta montaña, técnicas y con mucho desnivel. Sirva de ejemplo la que se han sacado de la manga este año, “Euphoria”, una modalidad con 233km y 20mil positivos que se tienen que ¿¿¿correr??? en parejas y con avituallamientos cada 50km, no está ni marcado el recorrido, te dan el track, un gps baliza y tira pa’rriba con las cabras. Participaba en esta prueba nuestro compañero de equipo Fernando que por circunstancias ajenas a la carrera no pudo completar ¡¡mucho ánimo Fer!!
El resto de carreras la componen una solidaria de 10k+750, la Celestrail de 84k+5000, la Mitic 112k+9700 y la Ronda con sus 168k+13500, además de la maratón con 42k+3000 en la cual participo junto a Rafa. En su web podéis ver toda la información: www.andorraultratrail.org.

Ordino es el pueblo que acoge el evento, se trata de un precioso pueblo, muy cuidado y con un bonito y “cuco” casco urbano. Durante la carrera el ambiente es muy bueno, aquí las prisas no existen hasta que te colocas en la salida y da pie a tomar unas cañas y pasear por el pueblo los días previos. Personalmente me gusta alojarme cerca de la salida, así evito andar con el coche y evitarme problemas de aparcamiento, pero es cierto que sorprende la facilidad para movernos. Llegando a horas coherentes no hemos tenido problemas para aparcar en los parkings descubiertos y siempre nos queda la opción del parking ubicado cerca de la guardería y que, para nuestra suerte, sólo los lugareños y 4 más conocen. Se ruega discreción a ver si me vais a joder la marrana la próxima vez que vuelva a correr por aquí, ¿¿¿eh??? No puedo recomendaros ningún hotel en Ordino por desconocimiento, si os resulta complicado La Massana es una muy buena alternativa, con varias opciones (2 Magic con buena relación calidad/precio que yo sepa) y ubicado a 3 km de Ordino que se pueden llegar a hacer andando en el peor de los casos.

En nuestro caso tenemos el briefing de la carrera el viernes, así que es buen momento para recoger el dorsal y la bolsa de corredor mientras nos relajamos y hacemos algunas fotos. Las vistas a la montaña son espectaculares y las ganas de que lleguen las 8:00 de la mañana ya están presentes. El briefing no es obligatorio para la maratón pero no se hace muy pesado y recomiendo su asistencia, son apenas 30 minutos en los que te explican las condiciones de carrera, sobre todo hacen hincapié en la climatología que tan importante es en alta montaña y, con suerte, hasta te quitan material obligatorio como el pantalón impermeable. Este año no hubo suerte, sí la hubo hace dos, el parte indicaba rachas de viento de 100km/h en Casamanya, techo de la prueba con más de 2700m de altitud, que hacían presagiar condiciones difíciles si bien no hay zonas peligrosas, no temáis.

El planteamiento inicial de la carrera empieza eligiendo la zona de salida, soy de los que les gusta salir donde corresponde, así que mirando tiempos objetivo y la clasificación del año pasado, decidimos colocarnos en la zona media de pelotón, lo que nos obliga acceder a la zona restringida (vallada para el paso obligado por el control de material) con tiempo suficiente.

El tiempo es bueno, rondando los 18 grados y tampoco hay excesivos nervios, así que entre alguna foto que otra y charlando de cómo abordar la carrera con el colega va pasando el tiempo. Según se acerca la hora comienza el espectáculo, música, fuegos artificiales/bengalas, y comienza el espectáculo.

El recorrido lo tengo dividido en 4/5 zonas. La primera discurre hasta el km 4.5 entre asfalto y camino de hierba/tierra/piedra con una ligera subida dirección Arcalis. Es muy importante acabar bien posicionado, adelantar no es un problema pero lo será más adelante, si bien, tampoco hay que partirse los cuernos y gastar energías en balde. Corremos cómodos y llegamos bien ubicados a la segunda zona donde nos mete de lleno en lo que es la carrera, duras subidas y bajadas nos esperan hasta el km 30 sin prácticamente descansos. A fila de uno y gracias a la ayuda de los bastones vamos metiendo desnivel sin demasiado desgaste, tengo que reconocer que voy demasiado bien para lo esperado y nos llevan en volandas al primer avi de carrera. En este avi deberían de tomar medidas, tengo el recuerdo de estar apelotonados y este año, con 150 personas más que la anterior edición que corrí, no iba a ser una excepción, la gente está nerviosa y no hay muy buen rollo que se diga. Los avituallamientos en Andorra son muy completos, y hay que aprovechar a comer bien y cargar agua dado que entre uno y otro tenemos del orden de 2 horas. A partir de aquí se estira ya la carrera, al menos hace 2 años, pero este año iba a ser diferente. Nos espera una bajada de unos 5km por sendero donde adelantar implica jugarse los tobillos. Tenía el recuerdo de haber disfrutado y corrido mucho en este bajada, sin embargo este año vamos en caravana, entre andando y corriendo y perdiendo tiempo en este tramo sobre las previsiones. No me preocupa, sé que lo perdido ahora lo ganaremos luego, son fuerzas que guardaremos hasta el km 30 donde tendremos 12km hasta meta muy corribles si llegamos físicamente enteros. Pero es cierto que es una zona preciosa para dejarte llevar en la bajada y lo he echado de menos.

La llegada al Serrat no se hace esperar, es el km 15 y se lo que nos espera. Tengo a Rafa, mi colega, que lo ha pasado mal en la subida del km 5 al 10 y temo por él >:-) Hablamos de 10 km de subida continua hasta el Casamanya con un pequeño descanso en el avi del Sorteny. Parte de la subida es espectacular, discurre por un parque natural y bordeando el río, con sus puentes y cascadas, es la zona más bonita de carrera con diferencia. Por sorpresa Rafa va mucho mejor de lo esperado, lleva más o menos buena cara y seguimos juntos hasta el km 20 aproximadamente donde me dice que no le espere más y que tire. Le auguro una larga agonía (cabrón que es uno, je je) y me despido de él hasta meta dado que salvo imprevistos no nos veríamos hasta terminar.

La meteorología hasta este momento ha sido variable, con ratos lloviznando pero muy protegidos al discurrir por el bosque. A partir de km 20, después del avi de Sorteny, nos adentramos en la montaña, la altitud marca y los árboles desaparecen dejando ya la piedra a la vista y descubriendo el temido viento que pronosticaron en el briefing, por desgracia previsión de tormenta de las 11 de la noche se ha adelantado algo y ya tenemos el cambio de tiempo encima. La subida se hace larga, es una zona muy dura pero me congratula el hecho de que físicamente voy muy entero, aquí hace 2 años iba ya pidiendo la hora y tuve que parar algún minutillo mientras me chutaba geles como un poseso. Nos acercamos ya al Coll d’Arenes, avi previo a la subida final del Casamanya, vamos corriendo, ¡sí!, ¡¡esta vez iba corriendo!! por una ladera muy incómoda y mirando de reojo y mucho respeto hacia la larga caída que asomaba a nuestra derecha, el viento estaba en plan perro y empieza a chispear de nuevo. No estamos para tonterías, aquí la cosa es seria, te notas muy desprotegido y es momento de tirar de mochila, que para eso la cargamos, y sacamos el chubasquero. No hace excesivo frío, pero el viento va a más, los últimos cientos de metros hasta el avi con rachas tan fuertes que te tiraban a la ladera, se presagiaba lo peor….una bajada corta y llegamos al avi. Allí nos informan que nos olvidemos del Casamanya, nos largan por el recorrido alternativo y a tomar por culo el techo de la carrera, una pequeña decepción pero que si somos sinceros no pilla por sorpresa, ya habíamos oído además algún comentario de algún voluntario al respecto. De hecho, hubiera sido una temeridad haber metido a 750 personas por esa zona, muy desprotegidos y por zonas de cresta expuestas al viento.

En el avi me atiende una chica que la pobre está jodidamente helada, no es plato de buen gusto estar ahí arriba, el viento es muy molesto y estar parado te deja frío. Por mi parte casi no como nada, es el km 25 y nos espera bajada hasta el km 30, así que sólo cargo un bidón, me meto las sales (he tomado durante la carrera 1 cápsula por hora dado que sólo he bebido agua y algo de cola, también he complementado con aminoácidos cada 2 horas). La bajada es jodida, volvemos a senderos de hierba rodeados de matorral que adelantar obliga a echar el culo a tierra salvo que nos permitan el paso, la pendiente es grande y andamos bajando ciertamente incómodos. Se complica además con algún turista que sube por aquí y también que es el itinerario de subida de la Celestrail, la carrera de 80 km, y nos cruzamos con varios corredores que gustosamente se apartan para no hacernos perder tiempo. Echo en falta muchos “gracias” por parte de corredores que van junto a mi…¿tanto cuesta? Termina la larga bajada y llegamos a la carretera que cruza de Ordino a Canillo y ¡¡sorpresa!! nos quedan unos 4 o 5 km de carretera hasta el Coll d’Ordino (km 30), una campa donde tenemos el último avi. Se me hace largo de cojones, es ligera subida y hasta trotar se hace pastoso. Encima conozco algo la zona y se lo que me queda…brffff. El tiempo no acompaña, llueve a ratos y no me espero que las chicas estén esperando en el avi, es una zona desprotegida y no es plan de estar con los carritos y paraguas, así que voy al trote con cierto desánimo.

La llegada al avi es fría, me meto en la carpa, es grande para lo que es, tendrá unos 20/30 metros cuadrados y empiezo a comer, hay bastante gente, no sólo corredores y voluntarios, se ve algún “turista” que se resguarda de la lluvia. La idea es no perder mucho tiempo, salvando el bajón del cambio de recorrido, me encuentro realmente bien para la altura de carrera en la que estamos y se lo que me espera, son 12 km de bajada muy corrible por sendero boscoso, alternando zonas más corribles con otras más técnicas y con 3 tramos en forma de subida de las que guardo muy mal recuerdo. Este año la cosa iba a cambiar….y para bien! y para mal!
Todos estos pensamientos discurren mientras meto al cuerpo sobre todo fruta, hasta que en estas me doy cuenta que tengo frente a mí a Laia, mi hija, ¡¡qué sorpresa!! ni las había visto y ellas a mí tampoco, saludos y besos de rigor y estoy un rato más de lo previsto con ellas. También está Elena, mujer de mi compi Rafa, con sus 2 hijos.

La salida del avi se complica, dos relámpagos se cruzan frente a mí, tenemos la tormenta cerca y quedan por lo menos hora y media hasta meta. No estoy especialmente acojonado pero les tengo especial respeto, y más en montaña sin resguardo alguno, pero por suerte no la tenemos encima, y sí, voy contando los segundos entre el rayo y el trueno para saber si me va siguiendo y tengo que apretar el culo y correr más…¡menudo incentivo!

Decíamos que el avi está en el km 30, nos adentramos en el bosque, voy fresco, habré parado cerca de 10 minutos entre una cosa y otra y tiro para abajo. Al principio es un poco rompe piernas alternando subidas y bajadas pero siempre perdiendo desnivel, hay que correr con cuidado porque uno es torpe y tiene por costumbre ir dando patadas a las cosas. ¿Cuál es el problema? que las cosas, cuando se llaman raíces, no se mueven y pueden hacer que te caigas y des una vuelta de campana muy molona. Pues sí, me caigo, con tan mala suerte que he debido caer encima del brazo y rápidamente empiezo a notar el dolor. Me estoy mareando y me vienen unas nauseas, tengo miedo a haberme hecho algo serio en el codo, el dolor también se me refleja en la muñeca….¿muñeca? !!!ay joder!! ¡¡la muñeca no!! un rápido vistazo y me tranquila el ver “garmin” en perfecto estado, je je. Me acompaña un francés que se ha parado a interesarse por mí, se le ve preocupado, pero es que ni papa de castellano y la verdad es que estoy un poco traspuesto…pasa un rato y poco a poco me voy reponiendo. Me ayuda a levantarme, se lo agradezco como mejor puedo ¿merci? y decido vengarme de todos los que se han aprovechado de mi maltrecho estado para adelantarme. Empieza lo mejor de la carrera….¡nos vamos de caza!

Son 12 km muy agradecidos si llegas bien, y llego bien, me he repuesto de la caída, apenas tengo molestias y enfilo las bajadas con garantías aunque también con varios sustos. El desnivel es contenido y me permite realizar prácticamente todas las bajadas sin retener y dando rienda suelta a las patas, es mi terreno preferido, senderos de tierra y piedra, suficiente anchos para adelantar, me recuerdan mucho a la bajada de Upo que te lleva a Lekubaso (salvo el cortafuegos) que tantas veces he bajado. Adelanto a bastante gente, es un continuo acoso y derribo y se nota que hay gente que va con lo justo. Queda ya muy poco para meta, he salvado las 3 subidas, cortas pero cabronas, la última muy cerca de meta y encaro la bajada final que nos llevará a la meta de Ordino. Tengo a la vista a 3, quedará menos de 1 km y les veo como el postre perfecto a una buena y larga comida. Me los guiso a fuego lento, veo la curva perfecta, la toman por el exterior y me lanzo como un poseso al interior de la curva. Las zapas (Dynafit Alpine Pro) me han respondido bien a lo largo de la carrera y apoyo sin miedo y con decisión el pie izquierdo. Cuando más feliz me las prometía, el pie resulta que tiene vida propia, no sé dónde he pisado pero resbala con mucha mala leche hacia el interior hasta que frena en seco evitando el trompazo y la vergüenza de caerme delante de los 3 pollos que acabo de adelantar, pero grito con violencia y me acuerdo de mala manera del que dicen que vive por ahí arriba en los cielos. El agudo dolor al chocar el lateral del pie con una piedra es brutal, sapos y culebras salen por mi boca, pero me congratula el no haberme caído, sólo es dolor, aprieto el culo y tiro para abajo, no quedan más de 500 metros a meta y avanzo con ganas hasta que el dolor me hace cojear. Llegamos rápido al asfalto, los ánimos de la gente no impiden que cojee cada vez más, pero no paro, la meta está ahí mismo y la enfilo con muchas ganas y emoción. Sé que no me espera nadie en meta, a las chicas no les dada tiempo a bajar en el autobús pero disfruto, grito, salto y gozo, felicidad absoluta, el dolor no me importa, es soportable y estoy feliz. Paro el garmin y lo veo en 7h22, bien es cierto que el cambio de recorrido nos ha ahorrado una zona lenta y complicada, pero creo que con el mismo recorrido hubiera dejado el crono sobre 7h45 o menos incluso, serían 2h15 mejor que dos años antes… joder qué contento estoy, ¡ostia puta!

Estoy sólo, pero no me importa, se dónde tengo que ir y no pierdo el tiempo, tras unas escaleras llego y con voz firme pido una caña que disfrutaré con gusto, me busco un hueco y aposento mi culo en un portal. Es momento de quitarme la zapatilla, el pie duele y va a peor, se está hinchando, el golpe ha sido muy fuerte y tengo incluso la piel levantada en la zona de impacto. Espero un rato, no sé si por cercanía o con intención, pero estoy al lado del puesto de la Cruz Roja. Han pasado ya unos 15 minutillos y estoy en la cola para que me atiendan, sé que no tiene buena pinta y me veo con las vacaciones en la playa comprometidas. ¡Mi turno! me revisan el pie, el dolor en la zona del golpe es insufrible, justo en el punto exacto pone el dedo la chavala que me atiende y del salto que pego en la silla hasta se sorprende y me pide perdón con respeto. No importa le digo, agradezco su trabajo y, como ya imaginaba, me dice que hay que ir al hospital para hacer una placa. Entre pitos y flautas aparece mi colega por sorpresa, ha andado mucho mejor de lo esperado y ha terminado sólo 15 minutos más tarde que yo, me da tiempo también para avisar a mi hermana y mi cuñado pasa a buscarme para llevarme al hospital.

En realidad todo esto es mucho más largo, pero tampoco es que interese mucho, me pasearon por la meta en silla de ruedas para que me viera el podólogo, etc etc. Bueno, estamos en el hospital, mal vestido y con un olorcillo que asusto a cualquiera. Placa al canto y viene la médico con una gran sorpresa, ¡¡¡no hay fractura ni fisura!!! ¡¡alegría inmensa!! a estar alturas el dolor es tan fuerte que casi no puedo andar, me cuesta mucho apoyar el pie, pero estoy más feliz que una perdiz, me dirijo a admisión a recoger el informe y la última sorpresa….¿quién paga la factura? En Andorra no es obligatorio el seguro de accidentes en carrera, tened cuidado con la inscripción porque es opcional. De haberlo tenido el trámite es simple, en el mismo hospital disponen de la lista de asegurados en carrera y con el número de dorsal ya te identifican. A mí me toca hacer el trámite con el seguro de la federación, son 4 llamadas y me espero del orden de 30€ de factura de móvil, recordad que estamos en zona 2, estoy no es CEE a efectos de telefonía, pero estoy contento. Sin seguro desconozco el importe de la intervención, rondaría los 100€, pero no se os ocurra venir aquí a pelo porque si el rescate implica evacuación en helicóptero la factura tener por seguro que os la cobran, del orden de 3 mil dicen que cuesta la hora.
Y con esto terminamos la aventura, os animo a todos a participar en la carrera, realmente se trata de una carrera espectacular, muy bien organizada, y podéis aprovechar a ver este pequeño y bonito país, a mi parecer, mucho más bonito en verano que en inverno, espero que os haya resulta grata la lectura de esta crónica. Nos vemos en el asfalt….digo en el monte!!! muchas gracias!

Datos oficiales:
– Posición: 201/578
– Tiempo: 7h24.23

Datos del Garmin Fenix 3:
– Distancia: 40.39km
– Tiempo: 7h21.47
– Ascenso: +2615

Alguna sugerencia de Turismo:
– Caldea: La visita nocturna son 2 horas versus 3 la diurna pero tiene su encanto y hay menos gente.
– Coll d’ Ordino: Carretera que parte desde Ordino y cruza la montaña hasta Canillo, hay una zona, con 3 tótems de madera grandes con un mirador y unas vistas tremendas al valle, luego de bajada podéis parar en el Santuario de -Meritxel, es una iglesia moderna y mona.
– Tiendas: si no hay más remedio… supongo que al menos pasar por la calle de las tiendas, en verano está menos concurrida y ahora es parte peatonal.
– Estación Pal; accesible en telecabina o coche, con un parque de hinchables para críos (5eur/hora) y parque para bici de montaña
– Arcalis: Subir hasta la coma en coche para visitar los lagos de tristania, en un paseo relativamente corto y fácil, quizás 2 horas (con niños pequeños mejor os vais al McDonald’s)
– Deporte: Monte tenéis todo lo que queráis y más, preguntad en las oficinas de turismo.
– Trail; hay varias fechas además de la Andorra Ultra Trail. tenéis a finales de Julio la del Comapedrosa, de las World Series, con 21k+2300 y se sube el techo de andorra con casi 3mil de altura, tenéis alguna otra más que combina con las modalidades de bici y triatlón, y un par de carreras más con menos difusión, otras tipo Spartan…

Compras: No perdáis mucho el tiempo con esto, sólo colonias, tabaco y alcohol pueden merecer la pena, dedicad vuestro tiempo a ver cosas y saldréis ganando.

Un saludo.