Cangas de Onís   – 03 / Marzo / 2018

Tras muchas dudas de donde y como pasar la noche anterior, Lur eta biok decidimos a última hora ir allí a informarnos en el briefing pre-carrera y dormir en la furgoneta para evitar el madrugón.

Entre los 600 dorsales de la carrera larga de 31 kilómetros 1800+, y 200 de la Speed Trail de 12 kilómetros, se encontraba el mío 432. Con la charla recibida y bolsa recogida nos dirigimos a cenar y a lolitos, q al día siguiente hay carrera.

La carrera consistía en un recorrido con salida en el centro de Cangas de Onís para subir el Pico del Arbolín, volver a pasar por Cangas, cruzar el Sella por el Puente romano y dirigirnos a la segunda cima del día, el Collado L’Andrin, desde donde se vuelve a descender hasta el río Sella, remontar el Dobra y afrontar la subida más fuerte de la prueba, el Alto del Següenco.

Ya desde allí descender hacia la meta en Cangas de Onís. Un recorrido por bosques, pistas forestales, monte raso, pedreros y cortafuegos que todo ello sumado y en datos queda reflejado de esta manera:   31,43km; 1974d+; 3H50´05”

La meteo como se esperaba, increíble,  soleado pero frío aunque se prevé  una máxima de 14 o 16 grados, solo sopla un poco el viento.

Arrancamos, tras dar dos vueltas por el centro de Cangas para intentar evitar embotellamientos, ya que rápidamente entraremos en senderos.  Primera subida de monte raso, está despejado y permite unas vistas del macizo de Picos de Europa todo blanco espectaculares, eso sí en cuanto asomamos a algún collado se deja notar el viento.  Esta primera parte consta de unos 10km aproximados  en los q voy batallando con una molestia estomacal…lo q nunca, quizás sea por desayunar tarde y rápido o…por probar un desayuno diferente el día de carrera (si, lo se, soy un ñu)

Tras una  bajada tendida volvemos Cangas, corremos a la ribera del Sella, vemos al público y voy buscando a Lur y el beso energético…

Esto es en el paso por el puente romano, q son solo 100 metros, q  harribolas, pobres tobillos…

La zona intermedia de la carrera, es la zona más de bosque y hay más barro, vamos bastante tramo a lado de los ríos, incluso atravesamos uno de ellos por una pasarela de hierro que como el corredor de delante fue trotando…parecía  un barco en una tempestad y tuve que agarrarme a las dos cuerdas que tenía a modo de pasamanos.

Quizás ese meneo elimino mi  malestar, xq a partir de ese punto…comencé a disfrutar

Parte final donde está la subida más dura, una larga pedrera de piedra suelta, que ya desde abajo se divisa como los participantes  van subiéndola haciendo eses…y a pesar q no soy gran escalador, me pone, hahaha, mano a las rodillas, apretar el culo y…vamos txili-txili ganando posiciones.

Tras un periodo de cresteo, miró el Suunto y el trazado , me enveneno, suelto fluidos para comenzar a bajar, sigo ganando puestos y tras un salto de unos tres metros que cuenta con la ayuda de una cuerda,  aparecen un par de cuestas no previstas…pero no pienso, así que disfruto de la sección final.

En la entrada a Cangas me quedo boquiabierto al ver a algún componente del equipo q se han acercado a animar, olé!

Amplio sonrisa y entro en meta chocando la mano con speaker y muy contento con la experiencia vivida.